
La arcilla única de San Bartolo Coyotepec
El Barro Negro de Oaxaca tiene una historia fascinante que es tanto antigua como moderna. El barro oscuro encontrado en la región de San Bartolo Coyotepec ha sido utilizado desde la época mesoamericana. Piezas utilitarias, figurativas y decorativas realizadas desde hace más de 2,500 años con el barro negro de San Bartolo se encuentran hoy en día en museos de antropología y arte popular en todo el mundo.
Originalmente, estas piezas de barro se quemaban a altas temperaturas en hornos subterráneos sellados, y eran conocidas por su color gris mate, resultado de una intensa carbonización. Al sellar el horno, el alfarero literalmente ahumaba las piezas y su superficie adquiría un color cenizo plateado. Esta técnica hacía que las vasijas fueran impermeables y adecuadas para almacenar y transportar líquidos, típicamente agua o mezcal.
Sin embargo, en la década de 1960, Doña Rosa Real Mateo de Nieto hizo un descubrimiento que cambió el barro negro. Lo que comenzó como un error se convirtió en una nueva técnica. Ella comenzó a quemar las piezas a una temperatura más baja y luego las pulió con cuarzo justo antes de que estuvieran completamente secas. El barro ya quemado adquiría un acabado pulido y un negro intenso.
Estas piezas novedosas se vendieron rápidamente y a un precio alto, lo que atrajo mucha atención al pueblo. Muchos alfareros de San Bartolo volvieron a centrarse en hacer piezas de barro negro con esta nueva técnica.
Actualmente, alrededor de 600 familias en y alrededor de San Bartolo Coyotepec se dedican a producir objetos utilitarios y decorativos utilizando barro negro. El trabajo del artesano local Carlomango Pedro Martínez ha ganado notoriedad mundial por su artesanía.
La línea Xochicalco de ONORA es una hermosa representación de la excepcional "barro negro" de Oaxaca.






